jueves, 18 de septiembre de 2014

Yo madre

Todo cambia cuando tienes un bebé, y también tu cuerpo.

Con la maternidad no sólo cambia el estilo de vida. Resulta que tienes una personita que depende 100 por 100 de ti, y que sólo quiere que le des toda tu atención, cuidado, cariño, amor... Es adorable ser mami, y ver como tu niña te sonríe y te reconoce como su mami.

Al principio, con tanta hormona, nos saturamos dando atención y más atención a ese ser precioso. No hay ojos ni tiempo para nada más. La lactancia es dura, y aprender a reconocer a nuestro hijo, qué necesita, velar por su correcto desarrollo...24h son pocas. Y es que són 24h sin desconexión.

Los meses pasan, y las cosas se van tranquilizando. Y llega un día que dices: y yo?

Bueno, no escribo para quejarme. Porque es lo que más quería del mundo y lo que más quiero ahora. Pero siendo realista, me he olvidado bastante de mi. Os cuento:

- Mi postparto fue estupendo. Casi ni me enteré, y casi ni me acuerdo de nada. Este punto lo damos por positivisimo.

- Mi peso: ni de coña me he recuperado. No he tenido tiempo de moverme mucho, y ahora lo estoy pagando. Para solucionar este punto he decidido empezar a hacer deporte dos veces por semana en el centro cívico de mi barrio. Los primeros días han sido duros, no reconozco mi cuerpo, ni cuando salto, ni cuando me agacho....

- Mis ojos: dicen que con el embarazo se pierde visión. En mi caso, está perfecta!!! Punto positivo.

- Mi personalidad: estoy más sensible, esto des del principio. Dicen que son las hormonas. No sé... El caso es que tengo poca paciencia para todo lo que no incumbe a la peque. Descarto rápidamente relacionarme con gente que no me conviene o que no me hacen sentir bien. Se me acaba la paciencia rápido.

- Mi estado de ánimo: va a días y a ratos. A veces creo que estoy algo depre, septiembre siempre es duro. Pero este año no tanto, que no tengo que volver a trabajar... sólo estar con la peque. Debería tirar cohetes, pero una parte de mi está preocupada por el futuro, cuando tenga que hacerlo, en que trabajaré. No puedo evitar preocuparme. Estoy ansiosa y nerviosa. Para mejorar esto he decidido organizar  y aprovechar mejor el día, y ver a más gente. 

- Mi energía vital: estoy cansadísima. Estos ultimos meses duermo poco. La peque lleva un par de meses que se despierta mucho por las noches y voy agotada. Hasta el punto de que voy medio borracha, mareada. He tenido que ir al médico, y parece ser que los mareos son cosa del oído. Estoy en tratamiento, espero que se vayan pronto.

Siempre pensé que al cabo de unos meses de nacer la peque yo estaría perfecta y con mucha energía. El hecho de que no sea así me preocupa, porque tener una hija tampoco es tanto trabajo. O al menos, no lo parece.

En fin, que parece ser que volver a ser yo va a ser difícil. Muchas dicen que nunca se vuelve a ser la misma. La maternidad te cambia para toda la vida.

2 comentarios:

  1. Jo, espero que mejore lo de los mareos! Yo también estoy muy cansada... a veces me duele todo el cuerpo, como cuando tienes la gripe jejeje Nada, niña, poco a poco... Besitos!!

    ResponderEliminar
  2. Estoy mejor, me han quitado unos tapones de los oidos y parece que no se me va tanto el cuerpo. Por otro lado duermo muy poco y estoy también muy cansada. Estos días están siendo duros. La peque se despierta mucho, no he logrado averiguar por qué, durante el día la veo bien y contenta, quizá un poco resfriada.....En fin, tendremos que pasarlo, son bebés, un misterio en muchas ocasiones.

    ResponderEliminar